El Palacio Negro albergó horrores a lo largo de la historia. Entre sus paredes se vivieron atrocidades e inhumanidades durante los 76 años que funcionó como penitenciaria. Torturas, asesinatos, injusticia, corrupción y demás, dejaron su marca en la ahora sede del Archivo General de la Nación. Y aunque ya no hay presos, aparentemente aun existen almas atrapadas incapaces de abandonar el lugar.
Son los mismos trabajadores del Archivo quienes mayormente han reportado apariciones y eventos extraños. Y los vecinos de la zona afirman que por las noches es posible escuchar los lamentos, el ruido de rejas y en ocasiones hasta los gritos de celadores. Aquí te contamos algunas historias de los fantasmas de Lecumberri.
La historia de Jacinto
Una de las leyendas más conocidas es la de este fantasma que sigue esperando la visita de su esposa. El primero en verlo fue un intendente del turno nocturno, quien se encontraba haciendo limpieza cuando vio a un hombre de aspecto demacrado sentado en una silla. El intendente al ver al sujeto se acercó a preguntar qué hacía ahí y cómo había entrado, el hombre simplemente respondió:
– Otra vez no vino ¿Verdad? – ¿No vino quien? – preguntó el intendente – Amalia… No vino. ¿No la vio usted? – ¿Quién es Amalia? ¿Trabaja aquí? – Amalia es mi esposa.
El intendente pudo notar que el hombre portaba un uniforme gris a rayas poco antes de que Jacinto desapareciera. Y tiempo después pudo descubrir a través de conversaciones con el fantasma y los archivos de la prisión que Jacinto había sido juzgado en los años 40. Su esposa le había engañado con su compadre y junto con éste, planearon un atraco en la casa de una señora rica para la que trabaja Jacinto, por lo que éste fue acusado.
No conforme con lo que había hecho, Amelia testificó en contra de su marido y Jacinto, tratando de impedir que su amada terminara en la cárcel, aceptó la culpa. Cada viernes esperaba que su esposa fuera a visitarlo, pero Amelia nunca se presentó y, tras dos meses y medio de haber sido condenado, Jacinto se suicidó.
El charro negro
Se dice que en el auditorio de Lecumberri aveces se escuchan ruidos, lamentos y desgarradores gritos lo que anticipa o acompaña la aparición del Charro Negro; un hombre elegantemente vestido de negro que, algunos afirman, es un ente especialmente agresivo.
El torreón Sur y La puerta 8
Se dice que uno de los puntos donde hay mayor actividad paranormal es en esta sección donde se encontraban los presos irremediables. Ellos tenían las peores condiciones y estaban a merced de los elementos. Dicen que por las noches se oyen los gritos desesperados de quienes ahí perecieron.
En esta zona también hay una puerta, llamada la ocho. Y afirman que por las noches, después de las 20 horas, alrededor de este lugar se juntan muchos gatos a maullarle a algo o alguien durante toda la noche.

Un poco de historia
La penitenciaria fue construida por órdenes de Porfirio Díaz y se inauguro en 1900. Originalmente se tenía contemplado que albergara a entre 800 y 1400 presos y que se trabajara para la rehabilitación y reincorporación de éstos; en lugar de eso el lugar se saturó llegando a tener hasta 5000 personas hacinadas –muchas inocentes–, en las peores condiciones y sin esperanza de libertad.
Entre sus paredes estuvieron presos algunos asesinos seriales, políticos, artistas, hippies y por supuesto mucha gente inocente. Los jóvenes apresados del movimiento estudiantil de 1968, en la noche de Tlatelolco, también terminaron aquí y sufrieron torturas. Hubo varios presos de renombre tales como José Revueltas, David Alfaro Siqueiros, Pancho Villa, William Burroughs, Álvaro Mutis y Juan Gabriel, entre otros.

Pese a que han pasado casi 45 años de que Lecumberri dejó de ser prisión, el ambiente es pesado, frío y muy incómodo. El sufrimiento vivido parece haberse quedado en las paredes. José Agustín, quien también tuvo su paso por esta prisión en los 70’s, afirma en su libro El Rock de la Cárcel: “Es un sitio cargado con las peores vibraciones de México. Debieron derruirlo”
FUENTES Y OTRAS PÁGINAS PARA SABER MÁS
- La historia de Jacinto | Facebook
- Leyenda Chilanga: los fantasmas del Palacio de Lecumberri
- Conoce Lecumberri, una prisión con una historia siniestra
- Mapa de los fantasmas más tenebrosos de la CDMX | Chilango
- El Palacio Negro de Lecumberri | Leyendas Legendarias (Video)
- Por la contingencia del COVID-19, no es posible visitar El Palacio de Lecumberri, hasta que el semáforo no se encuentre en verde. Sin embargo, es posible hacer una «visita virtual«.